Tras el incendio ocasionado por los reclusos en un intento de fuga a la altura de las 2:00 de la madrugada hora local, fallecen 51 personas que estaban privadas de la libertad en la cárcel del municipio de Tuluá en el departamento del Valle del Cauca y quedan heridas 30.
De acuerdo a la información suministrada por el General Tito Castellanos director del Inpec Instituto Nacional Penitenciario, el incendio fue iniciado en el pabellón 8 donde se encuentran 1.267 privados de la libertad y luego de un motín los internos trataban de impedir el acceso de los guardias de control y de la policía intentando “esconder algo y es ahí donde lamentablemente se presenta el desafortunado desenlace de 51 fallecidos la mayoría por inhalación de humo y 30 heridos”.
Según el general, la cárcel albergaba 1.267 reclusos, un 17% más de la capacidad de esta cárcel. Forenses trabajan en la identificación de las víctimas.
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas en Twitter y llamó a “un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a (…) la dignificación del preso”. “El estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación”, agregó Petro, que asumirá la presidencia el 7 de agosto, evocando la muerte 23 presos durante un motín en la cárcel La Modelo de Bogotá en marzo de 2020.