Se presume que entre ellos estarían varias de las víctimas de la masacre de 1998 en Barrancabermeja
En un caso totalmente inaudito la directora de la Unidad de Búsqueda (entidad del Estado de carácter humanitario y extrajudicial que dirige, coordina y contribuye a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado) denunció que del cementerio central de la capital del departamento de Santander han desaparecido más de mil cuerpos, es por ello adelantan conversaciones por medio del Consejo Asesor con las autoridades locales, para que esto se aclare y que las víctimas tengan respuesta.
“Escuchamos a representantes de la Gobernación y de la Alcaldía, quienes anunciaron cooperar a fin de resolver estas dificultades, para tener una línea de tiempo que nos permita superar esta situación y agilizar la búsqueda de las personas desaparecidas en el cementerio”, comentó Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda.
“En el Cementerio hicieron un proceso de exhumación de estos cuerpos y ahora no sabemos dónde están, de esos ya se habían identificado 184 personas y sus familiares están esperando que se les entregue”, señaló la funcionaria en rueda de prensa.
“Vamos a dar la lucha por saber qué pasó con esos cuerpos, porque no es posible que la respuesta sea que se murió la persona que administraba la funeraria que se contrató o que se murió quien hizo el contrato. No, tiene que existir una trazabilidad, porque además fueron recursos públicos los que se invirtieron para hacer este proceso”. Debido a la grave situación, solicitaron apoyo a la Defensoría y Procuraduría. Además, se adelantarán derechos de petición y otras acciones contra las entidades que hayan tenido que ver con la doble desaparición.
Este caso insólito donde quedan doblemente desaparecidos estos cuerpos definitivamente es un llamado a las autoridades para que se trate con respeto a las víctimas, a los familiares quienes después de tantos años de zozobra sin saber de sus seres queridos, tienen una luz de esperanza y nuevamente se ven sometidos a la incertidumbre de la desaparición. Estas son las secuelas de un conflicto armado que ha marcado a varias generaciones de colombianos.